A medida que la Agenda Europea para el Aprendizaje de Adultos (EAAL) se adentra en una nueva década, se ha fijado un ambicioso objetivo: al menos el 60% de las personas adultas con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años deberán participar en actividades de formación de aquí a 2030. Para alcanzar este objetivo, es preciso potenciar la participación de los adultos poco cualificados ofreciéndoles oportunidades pertinentes y eficaces de aprendizaje de competencias básicas. En este contexto, la agenda destaca la necesidad de profesionalizar al personal dedicado a la enseñanza de personas adultas, y entre ellos, los docentes de competencias básicas constituyen un sector con necesidades diversas y particulares.

Coincidiendo con el Año Europeo de las Capacidades, que hace hincapié en la importancia del aprendizaje a lo largo de la vida, esta entrada de blog destaca el papel de los formadores en competencias básicas para adultos en la consecución de los objetivos del EAAL, los retos a los que se enfrentan en la era post-COVID y la necesidad de contar con docentes altamente formados y competentes en este campo.

Las competencias básicas de la población adulta son decisivas para reforzar la resiliencia de las sociedades europeas, garantizar que la transformación digital y ecológica implique a toda la población adulta y promover el crecimiento social y económico. Los profesores desempeñan un papel vital a la hora de desarrollar el potencial de los estudiantes adultos y de garantizar la calidad y la progresión del aprendizaje. La era post-COVID ha planteado nuevos retos para los docentes de competencias básicas, haciendo hincapié en la necesidad de contar con profesionales altamente capacitados y competentes que puedan adaptarse al panorama rápidamente cambiante de la enseñanza de personas adultas. Sin embargo, la existencia de oportunidades de aprendizaje pertinentes y el apoyo a los formadores de competencias básicas son muy dispares en los distintos países de la UE.

Retos de los formadores de competencias básicas para personas adultas en la era post-COVID

La adaptación a la transformación digital

La pandemia del COVID-19 ha forzado un rápido cambio hacia el aprendizaje online y semipresencial, lo que exige que los formadores de competencias básicas para adultos adquieran nuevas competencias y conocimientos digitales. Garantizar la igualdad de acceso a los recursos digitales y un apoyo adecuado a todos los estudiantes adultos es fundamental para mantener la continuidad del aprendizaje. Las investigaciones de organizaciones como la UNESCO y la OCDE ponen de relieve la brecha digital entre los alumnos adultos y subrayan la importancia de la alfabetización digital de los profesores en la era post-COVID.

El apoyo a los estudiantes adultos que se enfrentan a retos cada vez mayores

Las repercusiones económicas de la pandemia, incluido el desempleo y la pérdida de puestos de trabajo, y la aceleración del dinamismo laboral han agravado los retos a los que se enfrentan las personas adultas con escasas competencias básicas. Los profesores deben atender las diversas necesidades de aprendizaje y los distintos orígenes de estas personas, al tiempo que tienen en cuenta las repercusiones de la pandemia y el conflicto bélico en la salud mental, la motivación y el compromiso de los estudiantes adultos.

Continuidad del aprendizaje y el compromiso

Las alteraciones en el itinerario educativo de las personas adultas debido a la pandemia exigen el desarrollo de estrategias para mantener la motivación y el progreso ante la incertidumbre. Los docentes deben adaptarse e innovar para garantizar el compromiso y la continuidad del aprendizaje en circunstancias cambiantes.

Atención a la diversidad de las necesidades de competencias básicas de las personas adultas

Las diferentes necesidades de los alumnos adultos en materia de alfabetización, aritmética y competencias digitales plantean retos adicionales a los docentes de competencias básicas para adultos. Cada área requiere una didáctica y unas aptitudes pedagógicas especializadas, que los diseñadores de políticas suelen desatender. Los docentes deben ser competentes a la hora de evaluar y abordar las necesidades únicas de aprendizaje a nivel personal para garantizar que los alumnos adultos puedan combatir los obstáculos individuales de aprendizaje y adquirir las competencias necesarias.

Desarrollo y aplicación de nuevas metodologías de enseñanza

En la era post-COVID, la educación básica de personas adultas requiere estrategias pedagógicas innovadoras y adaptables. Los docentes deben estar al día de las últimas investigaciones y las mejores prácticas en educación de personas adultas para aplicar eficazmente las nuevas metodologías.

Orientación en el cambiante mercado laboral

A medida que evoluciona el mercado de trabajo post-COVID, cambian las demandas de cualificaciones y competencias, incluidas también las cualificaciones básicas requeridas en los puestos de trabajo desempeñados por personas adultas con escasa cualificación y escasas competencias básicas. A menudo, los docentes tienen que encontrar su forma de enseñar en los lugares de trabajo como nuevo contexto de aprendizaje. Deben adaptar su metodología a las necesidades actuales y futuras del mercado de trabajo para garantizar que las personas adultas con competencias básicas progresen en su itinerario de mejora de las cualificaciones y mejoren su potencial en el mercado de trabajo.

Iniciativas destacables y proyectos recientes para promover el desarrollo profesional de los docentes de competencias básicas para personas adultas

La Red Europea de Competencias Básicas (EBSN) desempeña un papel fundamental en la mejora de la profesionalización de los docentes de competencias básicas para personas adultas a través de iniciativas como la Serie de Desarrollo Profesional, que ofrece posibilidades de aprendizaje online para profesores, tutores y otras personas de cualquier país europeo. Los institutos de formación del profesorado y los marcos nacionales de desarrollo profesional continuo pueden acreditar de forma flexible las Microcredenciales de la EBSN.

El currículo nacional para la formación básica en Austria, el Curriculum Basisbildung, incluye las competencias digitales y la alfabetización mediática crítica como componentes integrales. En un mundo en rápida evolución como el de los medios de comunicación, las competencias para la reflexión crítica también deben adaptarse a los nuevos entornos mediáticos. Una investigación reciente explora cómo se puede formar y apoyar a los docentes en la aplicación de la reflexión crítica y el desarrollo de habilidades críticas en todo el plan de estudios, incluyendo la oferta de una serie de recursos académicos y orientados a la práctica.

La iniciativa del Instituto de la Unesco para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (UIL) sobre la mejora de las competencias digitales de los formadores en alfabetización se puso en marcha para abordar la necesidad, impulsada por la pandemia, de que los educadores utilicen la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje de la alfabetización. Los módulos de formación incluyen 1. Tecnología para la alfabetización; 2. Integración de las tecnologías en la alfabetización; 3. Tecnologías para el desarrollo profesional continuo.

El conjunto de herramientas para el Coaching Tecnológico en el Aprendizaje de Personas Adultas favorece la persistencia y el progreso en el aprendizaje de los alumnos adultos de competencias básicas ayudando al personal de educación de adultos a planificar y poner en práctica el apoyo a través de mensajes de texto. La aplicación de este kit de herramientas disminuye significativamente las tasas de abandono en los cursos de competencias básicas, como informa la investigación de Abt Associates.

El proyecto EDUPRIS tiene como objetivo desarrollar métodos de enseñanza innovadores y herramientas pedagógicas para el desarrollo de competencias para la vida y competencias interpersonales, incluidas las competencias básicas, que sirvan de apoyo a los educadores y otros profesionales de los servicios penitenciarios y la justicia de menores. El proyecto suscitó y animó debates entre responsables políticos y profesionales a escala nacional y europea sobre las necesidades específicas de profesionalización del personal educativo de los sistemas penitenciarios y de justicia juvenil, y promovió el desarrollo de un programa especializado de formación de posgrado.

La necesidad de un enfoque sistémico

La profesionalización de los docentes de competencias básicas para personas adultas es fundamental para desarrollar el potencial de los alumnos adultos y hacer frente con eficacia a los retos sociales, medioambientales y económicos de Europa. Para reforzar la profesionalización de los docentes de competencias básicas para personas adultas, es fundamental fomentar la colaboración entre los agentes políticos nacionales, las organizaciones e instituciones de formación del profesorado y los proveedores de formación, promover la investigación sobre métodos y estrategias de enseñanza eficaces en la educación de competencias básicas para personas adultas y garantizar una financiación y un apoyo sostenibles para la formación y el desarrollo profesional de los docentes de competencias básicas para personas adultas. Las políticas eficaces en materia de competencias básicas de los adultos abordan estos retos a nivel sistémico e incorporan medidas globales que garantizan la adaptación a las necesidades cambiantes de profesionalización. Los marcos nacionales que ofrecen vías progresivas y flexibles para la profesionalización del profesorado de competencias básicas para adultos han demostrado ser enfoques eficaces. Los recientes esfuerzos nacionales por introducir microcredenciales pueden aprovecharse para impulsar la motivación para seguir itinerarios individuales y pueden integrarse bien en el marco de la profesionalización.

Aumentar la concienciación sobre una oferta adecuada de cualificaciones básicas es esencial ante los retos actuales. Las audiencias públicas, la serie de actos y las campañas de comunicación previstas en el marco del Año Europeo de las Capacidades ofrecen excelentes oportunidades a todas las partes interesadas que participan en el diseño y la aplicación de las políticas y medidas pertinentes.

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