Breve biografía

Aun no tengo 35 años y soy Licenciada en Marketing y tengo casi una década de experiencia. Soy Coach Profesional y técnico en PNL desde 2019. Alterno esta vocación con el trabajo en PerFormArti, una empresa que fundé y que proporciona herramientas útiles para mejorar las competencias interpersonales y desarrollar el talento. Además, soy tutora del proyecto "GEN C" promovido por ANG y Ashoka, así como embajadora Erasmus+ para la educación de adultos en Basilicata.

Mi historia

Deseo un futuro en el que se dé más espacio no sólo a las habilidades técnicas; necesitamos centrarnos en el estudio en profundidad y la difusión de las habilidades emocionales y sociales como elementos clave para gestionar el complejo mundo de las relaciones. Junto a ello, estoy a favor del desarrollo de un ecosistema más participativo y humano.

En un mundo cada vez más influenciado por los algoritmos y la Inteligencia Artificial, obsesionado por el culto a la estética, el ego y el consumismo, nos queda muy poco espacio para el conocimiento de un mundo de relaciones.

Con esto me refiero a un mundo compuesto de sentimientos y emociones que a menudo somos incapaces de reconocer y gestionar como niños y adultos. Y estamos pagando las consecuencias. Mientras que, por un lado, el aprendizaje automático, y los algoritmos de aprendizaje profundo han experimentado tal evolución que son capaces de resolver problemas técnicos complejos, por otro, se hace más necesario que nunca centrarse en el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades emocionales y sociales. Son insustituibles y no pueden ser replicadas por robots que representen nuestro mundo interior personal.

Por eso me parece importante y urgente contribuir a la difusión de la Educación Emocional y de todas esas habilidades transversales llamadas "blandas". Me refiero a la capacidad de escuchar y empatizar. Además, esto significa tener la capacidad de reconocer y gestionar los sentimientos y emociones propios y ajenos, así como la capacidad de comunicarse eficazmente, trabajar en equipo, negociar y gestionar las relaciones. En este sentido, el papel de los educadores adquiere una importancia fundamental.

En este ámbito, es necesario dar cabida a la enseñanza de la Inteligencia Emocional, es decir, la capacidad de un individuo para reconocer, distinguir y gestionar sus propias emociones y las de los demás.

Daniel Goleman clasifica las habilidades implicadas en la inteligencia emocional en las siguientes:

• autoconocimiento
• autocontrol
• motivación
• empatía
• y habilidades sociales.

Inherentes al ser humano, necesitan desarrollarse, entrenarse y perfeccionarse constantemente para gobernar mejor las emociones, superar las dificultades y relacionarse con los demás.

Por último, creo que también es necesario dar espacio al desarrollo de una conciencia colectiva que respete y cuide el medio ambiente.

¿Tres capacidades necesarias para el futuro?