El alumnado que se matricula en la Educación de Adultos acude bajo múltiples circunstancias. Los más jóvenes en su gran mayoría con más de 18 años, acude puesto que en el IES no pueden continuar, y es a través de sus padres quienes “les aconsejan”, por no decir que les obligan, a que se matriculen en este tipo de centro alternativo para terminar sus estudios y titulen la Secundaria. Otros, los que como se definen como ellos mismos dicen los “pero yo ya hace más de 20 años que dejé de estudiar”, buscan una solución a través de una recualificación académica por necesidades diferentes. En este caso el motivo puede ser por circunstancia puntual laboral, ya que en su lugar de trabajo se les demanda mayor titulación a la que accedieron en su día, con un objetivo un tanto terminal. Otra causa es porque sus hijos ya son grandes y en su día por necesidades de aquellos tiempos, no pudieron terminar de estudiar y les ha quedado pena, y es ahora cuando están en el momento para continuar. Luego están aquellas personas que necesitan el título porque quieren acceder a un Ciclo Profesional de Grado Medio, o con un objetivo un más propedéutico, para seguir estudiando en alguna modalidad de Bachillerato y luego acceder a un Ciclo Profesional de Grado Superior, e incluso acceder a la Universidad; y por último, también aquel alumnado migrante que quiere reconocer sus estudios en el Sistema Educativo Español, y algunos permanecen matriculados mientras le vienen sus estudios homologados.

En definitiva, son muchos los objetivos y finalidades que busca nuestro alumnado en nuestras enseñanzas, y somos nosotros los equipos educativos de los CEPA quienes debemos de dar respuesta a cada persona matriculada de forma individualizada con una necesidad específica, porque curricularmente no todos están en el mismo nivel como en un centro ordinario, ni lo que ellos buscan es lo mismo. Lo que está claro es que no quieren perder el tiempo porque todo su tiempo lo quieren arriesgar en esta segunda oportunidad que le ofrecemos.