Reflexiones de Christine Mifsud

Imagínate navegar por un laberinto sin mapa: así es como las personas con discapacidad pueden sentirse durante el aprendizaje. Cada giro representa un nuevo reto: pasillos estrechos sin dirección, plataformas digitales que hablan en un idioma que sus dispositivos no entienden y materiales de estudio que parecen escritos en jeroglíficos. No se trata sólo de acceder al edificio o al sitio web; se trata de acceder a la esencia misma de la educación. Para muchos, las tareas más sencillas pueden convertirse en grandes esfuerzos, y la alegría de aprender se ve ensombrecida por la frustración.

Esto es precisamente lo que la Lifelong Learning and Employability (Dirección de Aprendizaje Permanente y Empleabilidad) está trabajando para superar, de la mano de la Commission for the Rights of Persons with Disabilities (Comisión para los Derechos de las Personas con Discapacidad) (CRPD). En su continuo esfuerzo por promover la inclusividad en la educación, ambas entidades trabajan estrechamente para garantizar que los nuevos cursos sean accesibles para todos. De hecho, uno de los principales objetivos de la estrategia de la Lifelong Learning Directorate es mejorar las oportunidades educativas de los adultos con escasas capacidades y cualificaciones, que corren un mayor riesgo de desempleo, pobreza y exclusión social.

Christine Mifsud, Manager of Disability Equality Training (DET) en el CRPD, aporta valiosas ideas sobre la importancia y la aplicación de la accesibilidad en el aprendizaje permanente. "El aspecto más importante a la hora de ofrecer un curso es garantizar que la información facilitada sea accesible en todos los niveles", explica Christine Mifsud. "No se trata sólo del entorno físico, sino también de cómo se entrega la información y se accede a ella en línea".

Garantizar la accesibilidad física es el primer paso. "El centro o ayuntamiento donde se imparta el curso debe disponer de rampas, ascensores y aparcamiento accesible", subraya Christine. Sin embargo, la accesibilidad va más allá de las estructuras físicas e incluye la entrega digital de contenidos. La interacción en línea debe atender distintas necesidades, dentro de los parámetros del sentido común.

"Por ejemplo, alguien como yo, con discapacidad visual, no se apuntaría a un curso de soldadura por motivos de seguridad", señala Christine. "Pero para otros cursos, debemos asegurarnos de que el contenido sea accesible a través de medios como lectores de pantalla y otros formatos accesibles".

Para lograrlo, el CRPD puso en marcha una formación intensiva en igualdad para los coordinadores de los cursos. "Empezamos por lo básico: entender las discapacidades, conocer las estadísticas locales, utilizar el protocolo adecuado al interactuar con personas con discapacidad y los marcos jurídicos que protegen a las personas que necesitan acceso", explica Christine. Esta formación garantiza que los coordinadores estén bien versados en la creación de entornos y contenidos integradores.

"También destacamos la importancia de que los sitios web y las apps para móviles sean accesibles, sobre todo en los sectores públicos, de conformidad con la Directiva Europea de Accesibilidad a la Web", prosigue Christine. "Esto se alinea con la Ley Europea de Accesibilidad que se aprobará en junio de 2025, que impone que los productos y servicios esenciales sean accesibles".

La creación de un entorno de aprendizaje inclusivo implica algo más que la accesibilidad física y digital. Requiere tener en cuenta las necesidades específicas de los alumnos. "Para alguien con autismo, por ejemplo, un entorno de aprendizaje propicio, conocido como Entornos Amigables con el Autismo, podría incluir colores claros en las paredes, iluminación reducida y sonido controlado", dice Christine. "Estos ajustes pueden mejorar significativamente la concentración".

Otro aspecto crucial es una comunicación eficaz. "Si proyectamos un vídeo, hay que proporcionar audio descriptivo para las personas con discapacidad visual", explica Christine. "O si hay una presentación con mucha escritura, hay que hacerla accesible mediante lectores de pantalla. Los subtítulos y los vídeos con lenguaje de signos son cruciales para que las personas sordas reciban la información".

El acceso a la información es vital, y Christine subraya la importancia de que el material se pueda leer con facilidad. "Los documentos extensos pueden resultar abrumadores", señala. "Simplificarlos en puntos clave, utilizando palabras sencillas, frases más cortas y tipos de letra grandes puede ayudar a las personas con deficiencias cognitivas e intelectuales". Las imágenes también desempeñan un papel crucial para mejorar la comprensión. "Las ayudas visuales pueden ser increíblemente útiles", añade Christine.

El CRPD promueve activamente el concepto de Lenguaje Fácil, que incluye la facilidad de lectura, escritura y comprensión. "Actualmente estamos elaborando directrices para ayudar a crear este tipo de material a través de un proyecto financiado por la UE llamado EASE en colaboración con otros socios europeos", explica Christine. "En enero invitaremos a Lifelong Learning a participar en los talleres de formación de formadores de este proyecto. Así su personal podrá formarse y empezar a aplicar estas directrices".

Este tipo de colaboración es clave para el éxito de esta iniciativa. "Trabajamos mano a mano con profesionales como la Education Officer (Responsable de Educación) Mandy Mifsud", destaca Christine. "Tener sólidas relaciones en red garantiza que el sistema funcione con eficacia. Cuando tienes este tipo de relación, estás contento con los progresos porque, en última instancia, estamos trabajando para el público".

Muchos cursos se han hecho más accesibles, no sólo en términos de asistencia física, sino también de adaptación de contenidos. "Esto permite a las personas con discapacidad participar de forma independiente", explica Christine. "Los cursos accesibles mejoran sus CV y ofrecen valiosas oportunidades de socialización".

Como parte de esta colaboración, Mandy Mifsud está formando al Disability Equality Training Team en técnicas de oratoria y presentación para mejorar sus métodos generales durante las sesiones con los clientes. Esta colaboración ha sido mutuamente beneficiosa, ya que la Mifsud ha adquirido experiencia de primera mano en la formación de personas con diversas discapacidades, que requieren cada una de ellas diferentes adaptaciones. El objetivo principal de esta formación es ayudar a todos los miembros del equipo a desarrollar todo su potencial y a participar activamente, tanto individualmente como en equipo, durante todo el curso.

Christine subraya que eliminar las barreras a la educación es una forma de reforzar la autonomía. "Los cursos accesibles ayudan a las personas que pueden sentirse desanimadas por la escritura extensa o los métodos tradicionales de aprendizaje. Conocer gente y socializar también desempeñan un papel crucial en el desarrollo personal".

Las ideas de Christine subrayan la importancia de mejorar continuamente la accesibilidad. "Si atendemos las necesidades tanto físicas como informativas de los alumnos con discapacidad, creamos un entorno educativo más equitativo y solidario", concluye.

Los esfuerzos de la CRPD y el Directorate for Lifelong Learning and Employability (Dirección de Aprendizaje Permanente y Empleabilidad), encabezados por profesionales dedicados, están allanando el camino hacia un entorno educativo más inclusivo y accesible. Mediante la colaboración, la formación y el compromiso de proporcionar y garantizar la accesibilidad, están garantizando que el aprendizaje esté realmente al alcance de todos.