¿Y qué hay del derecho al aprendizaje permanente?

El progreso tecnológico y las crisis mundiales están transformando constantemente nuestro mundo en la actualidad. Todos los sectores están llamados a adaptarse, y la educación no es una excepción. En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), decidió convocar un 'Diálogo formal sobre la Iniciativa relativa a la evolución del derecho a la educación en una perspectiva de aprendizaje permanente’. Hoy, el informe está disponible y señala el aprendizaje permanente como una característica indiscutible de nuestro tiempo.
Es una posición común de los delegados y expertos de la UNESCO que el derecho a la educación necesita ampliarse hacia oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida en todas las edades, espacios y modalidades. La forma en que se formula actualmente en la mayoría de los países sigue estando relacionada con el acceso temprano a una educación de calidad, condición indispensable, pero limitada a la infancia y a la escolarización formal. El Diálogo Formal hizo un llamamiento a los gobiernos del mundo para que refuercen las estructuras de gobernanza y las políticas que abordan la inclusión, la equidad, la igualdad de género y las oportunidades de aprendizaje de calidad para todos. Se presta especial atención a la profesión docente, de la que se dice que necesita actualizarse para responder a las exigencias y retos del siglo XXI, incluida la digitalización de la educación.
Parte de los problemas que impiden que el aprendizaje permanente se integre como un derecho a partir de hoy es la financiación: la financiación sigue siendo de hecho un obstáculo para el acceso equitativo desde la primera infancia hasta la enseñanza superior, la ETFP, pero sobre todo para el aprendizaje de adultos y etapas posteriores. La Subdirectora General de Educación de la UNESCO y ex Ministra italiana de Educación, Stefania Giannini, subrayó la necesidad de que los sistemas educativos de todo el mundo «se adapten y actualicen», especialmente ante las crisis climáticas y de otros tipos. Otro argumento a favor de la ampliación del concepto de derecho a la educación fue la evolución del mercado laboral y sus exigencias de cualificación permanente, mejora de las competencias y reciclaje de las personas.
En la actualidad, el 62% de los países de la UNESCO han adoptado el derecho a la educación como principio fundamental de sus sistemas educativos. Sin embargo, esto no es suficiente. El Diálogo formal y su informe señalan el aprendizaje permanente como un verdadero imperativo para hacer frente a los numerosos, urgentes e interconectados retos actuales.