Breve biografía

Tengo 63 años, soy madre de dos hijos y perdí a mi marido hace 10 años. He sido ama de casa a tiempo completo durante 25 años. Necesitaba encontrar trabajo rápidamente. Estudié para obtener el título de maestra y empecé a trabajar inmediatamente.

Mi historia de empoderamiento

En 2014 perdí a mi marido. Durante 25 años fui ama de casa a tiempo completo, ya que había dejado de trabajar en contabilidad cuando tuve a mi primer hijo en 1988. Necesitaba un trabajo rápido. Buscando vacantes, pronto me di cuenta de que era prácticamente analfabeta. En 25 años, el mundo se había informatizado. Malta había entrado en la UE. En septiembre de 2014, hice un curso para preparar el examen TELT y pasé cada minuto que tenía libre estudiando. Recuerdo haberme peleado con el alfabeto fonético. En noviembre, me presenté al agotador examen de gramática, de tres horas de duración. Temblaba al presentarme al examen; todos los demás participantes eran mucho más jóvenes que yo''.

"¿Qué estaba haciendo aquí? Mejor me voy ahora... Dinero malgastado... Tiempo perdido..." Estos son algunos de los pensamientos que me acompañaron mientras me examinaba. 

Completé todos los ejercicios y, para mi satisfacción, en diciembre me enteré de que había aprobado la primera parte del TELT. En enero de 2015 me preparé para el examen oral. En cuanto recibí la noticia de que había aprobado, completé un curso de TEFL. En abril ya tenía la certificación para enseñar inglés como lengua extranjera. Presenté mi solicitud en una escuela cerca de donde vivo y, en junio, recibí una llamada para empezar a trabajar el primer lunes de julio. Pasé todo el fin de semana preparándome para la clase.

Ese fue el comienzo de mi carrera docente. 

En 2017, no me sentía a gusto. No estaba contenta con tener solo las cualificaciones básicas. Mi DOS me sugirió que hiciera el curso CELTA, que completé en abril del año siguiente. Este curso me brindó nuevas oportunidades. 
Ahora doy clases a diferentes edades, niveles y en diferentes cursos. ¡Y me encanta!

Me encontré ayudando a los demás. Mi autoestima creció... De no saber cómo conectar un portátil a una pizarra blanca, acabé enseñando tecnología en cursos presenciales. 

El resto, como se suele decir, es historia. Llevo dando clases en la misma escuela desde 2015. Gracias de corazón a mis dos hijas, que se hacían pasar por mis alumnas mientras yo practicaba mis clases y me apoyaban en todo lo que necesitaba. A Patricia Marshall, directora de Alpha School, que me ofreció un trabajo cuando NO tenía experiencia, y a Mary Abela, DOS, que creyó en mí y siguió retándome con nuevos cursos. Sigo haciendo cursos para estar al día de las novedades en la profesión docente....

A todos los que sois infelices en vuestra situación actual, sólo tengo esto que deciros: ¡Estudiad algo que os apasione! ¡Creed en vosotros mismos! Si yo pude hacerlo, ¡cualquiera puede!