Durante la tarde de ayer, viernes, la Escuela Oficial de Melilla ha celebrado su fiesta de la primavera en la que alumnado y profesorado han vivido una jornada de convivencia para fomentar la interculturalidad lingüística que caracteriza este centro de enseñanza de régimen especial.

Una vez más, la Escuela Oficial de Idiomas de Melilla ha mostrado un proyecto de innovación educativa basado en el intercambio cultural y lingüístico, en la que profesores y alumnos han vivido una jornada festiva durante la cual se ha puesto en valor las singularidades de cada idioma que se imparten en este centro.

Tras diferentes actividades y juegos que se han desarrollado en los departamentos de alemán, árabe, francés e inglés, se llevaron a cabo numerosas acciones.

Por una parte, un concurso gastronómico, en el que profesores y alumnos presentaron repostería representativa de los países de los idiomas impartidos: delicias con nombres como Butterkekse, Brownies, Scones o Pretzels que todos han podido degustar, junto con té marroquí, al ritmo de música de países en los que se hablan dichos idiomas.

Por otro lado, la Escuela Oficial de Idiomas ha rememorado el reciente Día Internacional del Libro organizando un amigo invisible literario, en el que todos los miembros de esta comunidad educativa han obsequiado sus libros favoritos.

Asimismo, todos han disfrutado de un ritual del té organizado por el departamento de árabe, y de una exposición multilingüe con el objetivo de concienciar sobre la conservación del medio ambiente, recordando la celebración del Día Internacional de la Tierra, promovido por el departamento de inglés.

Todos los participantes han destacado el valor de estas actividades como medio de integración en una jornada festiva que ha acentuado la importancia de una escuela donde prima, por una parte, el respeto y la convivencia, y por otro lado se comprende como un centro aglutinador no sólo de idiomas, sino de realidades en una ciudad donde conviven diferentes existencias idiomáticas y culturales.