En un esfuerzo por dotar a las futuras generaciones de conocimientos esenciales frente a la crisis climática, el Ministerio de Educación ha anunciado la implementación de un plan de formación en prevención y protección frente a fenómenos derivados del cambio climático para todo el alumnado de enseñanza no universitaria en el país. La medida, aprobada por el Consejo de Ministros, incluye la participación de técnicos de Protección Civil y Servicios de Emergencia en la instrucción de los estudiantes.

Este programa obligatorio abarcará a toda la comunidad educativa, con formación impartida cada año y adaptada al nivel académico de los estudiantes. El objetivo es que los jóvenes tengan las herramientas necesarias para afrontar situaciones de emergencia climática, como las inundaciones o erupciones volcánicas, adaptando los contenidos a los riesgos más frecuentes en cada región.

Apoyo a estudiantes afectados por fenómenos extremos

Además del plan formativo, el Ministerio ha adoptado medidas para flexibilizar las prácticas profesionales de los estudiantes de Formación Profesional (FP) y de otras enseñanzas, como las artísticas, afectados por la reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Los estudiantes de FP que deban realizar prácticas en empresas y se hayan visto afectados por el temporal podrán eximir sus prácticas de primer curso y completarlas en el segundo año, mientras que aquellos en segundo curso tendrán la opción de posponerlas o realizarlas en colaboración con empresas de otras localidades.

Asimismo, las horas de voluntariado en entidades sin ánimo de lucro relacionadas con sus estudios podrán acreditarse como parte de sus prácticas formativas. Esta iniciativa también se extenderá a los estudiantes de enseñanzas artísticas superiores, que podrán integrar sus prácticas externas en sus trabajos finales o en asignaturas prácticas específicas.

Con esta acción, el Gobierno reafirma su compromiso de adaptar el sistema educativo a los desafíos climáticos y apoyar a los estudiantes frente a las adversidades derivadas del cambio climático, preparando a las nuevas generaciones para un futuro más resiliente y seguro.