Roba como una artista, de Austin Kleon

La creatividad es una disciplina cuyo estudio es relativamente reciente. Es cierto que durante mucho tiempo fue valorada como un don propio de personalidades tocadas por la varita de la genialidad. Sin embargo, lejos de concebirse de ese modo, desde que empezara a acometerse su investigación, la creatividad ha pasado a ser considerada como una capacidad con la que todas las personas contamos en mayor o menor medida y en relación con distintas habilidades y ámbitos de conocimiento y experiencia que pueden incluir desde la consecución de hallazgos ligados al más puro pensamiento científico y la generación de manifiestaciones artísticas, hasta las soluciones ordinarias con las que respondemos a los imprevistos del día a día y a los desafíos de las tareas académicas y laborales.
Hoy día, además, se sabe que la creatividad es una capacidad cuyo desarrollo puede favorecerse a través de los estímulos procedentes del entorno, del fortalecimiento de la seguridad y la autoestima de las personas, así como de su constancia y su empatía –siendo esta última otra capacidad que nos permite ponernos en el lugar de otras personas e intentar ofrecerles respuestas apropiadas a sus necesidades y problemáticas. Precisamente, las personas que destacan por ser creativas, suelen reunir características como la sensibilidad a los problemas ajenos, la flexibilidad y adaptabilidad, la persistencia y la disciplina de trabajo, el juicio propio y el anticonvencionalismo o, como no puede ser de otro modo, la originalidad. Los productos que generan deben servir a un propósito –esto es, deben ser útiles-, pero también deben ser novedosos.
Dicha singularidad en muchas ocasiones no lo hace una primicia total, puesto que su innovación suele proceder de la capacidad de combinar conocimientos y procedimientos ya existentes, tal y como explica Austin Kleon en su libro Roba como un artista. Las 10 cosas que nadie te ha dicho sobre el ser creativo (Editorial Aguilar, 2012), así como en la entrevista que desde Fundación BBVA enlazada aquí. En él, su autor nos ofrece ideas muy interesantes no solo sobre la creatividad en sí, sino sobre cómo favorecerla en contextos cotidianos, desde una perspectiva educativa y en entornos profesionales. Por ello, considero que es un recurso que el profesorado debería tener en cuenta no solo en beneficio de su docencia, sino también en favor de los procesos de aprendizaje de su estudiantado y del impacto que este genere en su entorno y en los centros de trabajo en los que está destinado a desarrollar su futura profesión.