Por falta de uno dos: reflexiones Erasmus+ del CEPA Gloria Fuertes de Navalcarnero

El CEPA Gloria Fuertes es un centro comarcal de la Comunidad de Madrid dedicado a la educación de personas adultas con sede en la localidad de Navalcarnero. Su ámbito comarcal abarca los municipios de El Álamo, Brunete, Navalcarnero, Sevilla la Nueva, Villamanta, Villamantilla, Villanueva de Perales y Villaviciosa de Odón. Además de la sede central de Navalcarnero, donde se desarrolla el mayor número de enseñanzas, está dotado de una sede en Villaviciosa de Odón y otra en Brunete, en este último caso desde hace tan solo dos cursos escolares.
El CEPA cuenta con alumnos jóvenes que se acercan al centro para obtener el graduado en Educación Secundaria que no pueden conseguir en su paso por el instituto, pero también con alumnos de la tercera edad que se matriculan para perfeccionar o ampliar sus conocimientos. También cuenta con alumnado de origen extranjero que va al centro a aprender español, así como personas de mediana edad que sienten la necesidad de mejorar sus competencias lingüísticas en inglés o su competencia digital, bien sea por necesidad laboral o por simple interés personal.
Cuenta con un grupo de personas con diversidad funcional que está cursando un nivel operativo superior en técnicas administrativas básicas, con el objetivo de mejorar su formación y favorecer su inclusión en el mercado laboral.
Tras finalizar ahora dos proyectos de movilidad europeos del Programa ERASMUS +, que estuvieron paralizados por la pandemia del Covid19, Cristina García Díaz, la directora del CEPA Gloria Fuertes, hace balance de los proyectos y nos deja la siguiente reflexión sobre lo que ha supuesto la internacionalización del centro a través del Programa ERASMUS +:
¿Por dónde empezar? Estos son nuestros últimos días. El broche final se ha puesto aquí, en Navalcarnero. Este Navalcarnero que se ha hecho internacional. Ha abierto sus puertas, sus calles, sus museos, sus trampantojos… a ciudadanos de ciudades como Praga, Turín, Atenas y Londres. Y nuestros alumnos han conocido las culturas de estas ciudades y sus habitantes, dónde se sitúan, qué expectativas tienen, cuáles son sus gustos… y en el fondo se dan cuenta de que no son tan diferentes y que hay mucho que les une.
Todo comenzó en una reunión del equipo directivo, donde nos fuimos ilusionando con la idea de presentar un proyecto Erasmus+ y con ello, ilusionamos también al equipo docente. Queríamos ser modestos porque nos daba bastante respeto. Preparamos un KA 104, con movilidades de aprendizaje por observación y un par de cursos. Pero nos dejamos convencer para ampliar nuestras expectativas y terminamos coordinando un KA 204 de ¡cinco socios!
Nos aprobaron los dos y comenzamos a trabajar en ello, ¡casi nada!
Después vinieron dos años de pandemia donde tuvimos que modificar, reinventar, ampliar pero perseveramos en ello y no perdimos la esperanza de conseguir los objetivos planteados en ambos proyectos.
En poco tiempo, menos de lo que habíamos programado, nos vimos con un centro en el que las movilidades por Europa se iban sucediendo: un curso en Berlín, un Job shadowing en Turín, una movilidad con alumnos en Londres, etc. Vamos, ¡una locura! Preparar permisos, programar las actividades, hacer la difusión, billetes, alojamientos, organización en el centro, etc.
Por otro lado, es verdad que los dos proyectos se han complementado muy bien. Los socios del KA 204 nos han ayudado en las movilidades del aprendizaje por observación que tuvimos que modificar por motivos de las restricciones del COVID.
Ha sido mucho, mucho trabajo y hay que decir que el coordinador ha sido una figura clave en todo el trayecto. Al ser un centro pequeño, la distribución de tareas es más complicada y supone una sobrecarga y un esfuerzo. Pero el resultado ha sido tan positivo que, si lo ponemos todo en una balanza, el peso se inclina hacia los mensajes de gratitud de los participantes, las sonrisas de los alumnos antes, durante y después, los cuadernos de viaje contando sus anécdotas, todo lo compartido y lo aprendido.
Por eso, ahora que estamos realizando la tarea menos grata de todo el proceso, la memoria y los informes que cierran esta etapa, pensamos cuál será nuestra próxima aventura. Nos apuntamos a las sesiones informativas del SEPIE para que nos informen sobre líneas prioritarias, novedades, plazos y construimos con algunos de nuestros socios nuevas posibilidades para seguir trabajando juntos y que esto no sea un fin. Los cambios en Reino Unido dejan fuera uno de nuestros más apreciados socios y eso nos entristece, pero seguro que seguiremos en contacto y compartiremos experiencias.
En nuestras revistas del CEPA se pueden leer las entrevistas a los alumnos y los artículos de los profesores que han ido elaborando con su experiencia en los proyectos. También están los materiales creados y las presentaciones quedan en los archivos, y en la puerta de la sala de profesores se suceden las postales que cada uno de nosotros hemos ido mandando desde los distintos puntos visitados. Nuestro centro ahora es más grande, no es solo un conjunto de edificios: tiene brazos largos por toda Europa, ha tejido redes de colaboración con centros alejados en el espacio, pero cercanos en los intereses y expectativas ¡Seguiremos trabajando juntos!