La Formación Profesional, clave del Aprendizaje Permanente. Flexibilidad necesaria



El Real Decreto 86/2025, de 11 de febrero, de evaluación y acreditación de las competencias básicas adquiridas por experiencia laboral, por vías no formales de formación y aprendizajes informales abre una expectativa de acceso a procesos formativos que hemos soñado largo tiempo.
Se abre ahora un campo complementario al que en 2009 abría el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia laboral.
Son líneas de verdadera atención a la diversidad y a la inclusión.
No siempre el camino académico ordinario es el más adecuado. La pluralidad de inteligencias, intereses, personalidades, modos de ser y de sentir, hace que sean también infinitos los caminos de aprender.
Y cuando se cuenta con el acervo necesario para el ejercicio de una profesión, no debe preocuparnos como se ha llegado al mismo, una vez comprobada esta capacitación, debe certificarse la misma
“El presente real decreto tiene por objeto establecer el procedimiento y los requisitos para la evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas por las personas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación, así como los efectos de esa evaluación y acreditación de competencias”, nos decía el citado Real Decreto 1224/2009 en su artículo uno.
Ahora bien, este Real Decreto 1224/2009 chocaba con el entramado normativo que se bloqueaba en la normativa académica. Permitía obtener certificados de contar con la capacitación profesional, pero hacía imposible obtener la titulación si no se contaba con los requisitos académicos que permitían el acceso a la Titulación correspondiente.
El aún reciente Real Decreto 86/2025, de 11 de febrero parece venir a dar la respuesta adecuada:
También se puede llegar a obtener el requisito de acceso por diversos caminos. No siempre el camino ordinario es el que se ajusta a nuestras particularidades.
Ahora es preciso que el camino continúe, y no parece abonado. Las personas trabajadoras necesitan de una flexibilidad y de una atención particular que chocan con la misma norma que prometía flexibilidad y atención a las mismas.
A la vez que se apunta apertura de accesos, se impide continuar o finalizar el camino a quienes lo habían empezado a caminar.
La persona adulta tiene que conciliar sus procesos formativos con sus otras obligaciones, laborales, personales, familiares…
… y cuando logra un acceso (con más que notables esfuerzos y sacrificios) los palos en la rueda aumentan y aumentan…
Es preciso flexibilizar y reconocer particularidades. La formación profesional, cuando atiende a personas adultas, tiene que estar necesariamente atenta a la diversidad de situaciones y angustias en la que esta persona adulta desarrolla su proceso formativo.
Learning Beyond School: A Fair Path for Skilled Adults
After reading the text, it's clear that vocational training needs real change to match today’s reality. It’s obvious that there are many adults with strong experience and skills, but without formal qualifications to prove it. We have to remember that in Spain, until about 50 or 60 years ago, not everyone had access to education. The dictatorship seriously limited this right, and that affected whole generations. Many people learned through work and life, not in a classroom, but they became skilled professionals anyway.
A lot of these adults had to adapt to new technologies, job demands, and changing times. They've gone back to learning, either to keep their jobs, improve their work, or simply because they want to know more about their field. That’s why laws like the new Royal Decree 86/2025 should bring real, practical solutions, not just promises.
This is where andragogy becomes important. It’s the approach focused on adult learning, which reminds us that it’s not just about teaching content, but about respecting each person’s pace,background, and motivation. Principles like flexibility, recognizing prior experience, and practical learning are essential when working with adults.
Opening new paths for people to certify what they already know isn’t just a technical issue, it’s about social justice. It’s time to recognize real learning, even when it doesn’t come from traditional education.