La economía verde ofertará un millón de empleos para técnicos de FP en una década



La economía verde, las ocupaciones más comprometidas con la transición a una sociedad con menos gases de efecto invernadero y que recupere la biodiversidad y los ecosistemas naturales, es una gran oportunidad para buena parte de los estudiantes de Formación Profesional (FP) presentes y sobre todo futuros.
Esta amplia gama de actividades económicas, que pretenden ayudar a minimizar los efectos del cambio climático, ofertarán más de un millón de oportunidades de trabajo en la próxima década a los técnicos y técnicos superiores formados en estas áreas, según el estudio realizado por CaixaBank Dualiza y el Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra).
Las cuatro grandes áreas en las que actualmente se centra la economía verde en España son la agricultura, ganadería, pesca y gestión de bosques; el suministro de agua y las actividades de saneamiento; la información y las comunicaciones y los suministros de energía eléctrica, vapor y aire acondicionado.
La transición hacia una economía verde no solo es una respuesta necesaria ante la crisis climática, sino también una oportunidad histórica para transformar los mercados laborales y garantizar un futuro más sostenible. Este cambio implica un rediseño profundo de los sistemas productivos y de servicios, y en este contexto, los estudiantes de Formación Profesional (FP) tienen un papel crucial que desempeñar como agentes activos del cambio.
El dato de que más de un millón de empleos se generarán en áreas relacionadas con la economía verde en la próxima década resalta el potencial de esta transición. Los sectores identificados —como la agricultura sostenible, la gestión de recursos hídricos, las tecnologías de la información y la producción de energías limpias— no solo son fundamentales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también ofrecen trayectorias laborales de gran relevancia para quienes buscan aportar soluciones concretas al desafío ambiental. Esto posiciona a la Formación Profesional como una herramienta estratégica para vincular la educación y el empleo con los retos de la sostenibilidad.
Sin embargo, esta oportunidad también plantea desafíos. Será imprescindible garantizar que la FP evolucione para ofrecer una formación actualizada y especializada en las competencias que la economía verde demanda, desde el manejo de tecnologías limpias hasta la gestión eficiente de los recursos naturales. Esto requerirá una colaboración estrecha entre el sistema educativo, las empresas y las administraciones públicas, para anticipar las necesidades del mercado laboral y fomentar programas de formación que se alineen con ellas.
Además, la economía verde ofrece una oportunidad para revalorizar la Formación Profesional, a menudo percibida como una vía menos prestigiosa en comparación con los estudios universitarios. Al posicionarse como una puerta de entrada a empleos significativos, bien remunerados y con impacto social y ambiental, la FP puede convertirse en una opción aún más atractiva para las generaciones futuras.
En última instancia, la economía verde no solo es un modelo de desarrollo, sino una apuesta por la equidad y la sostenibilidad. Al formar a técnicos y técnicas superiores comprometidos con este cambio, España no solo avanzará en la lucha contra el cambio climático, sino que también reducirá las brechas económicas y sociales, construyendo una sociedad más resiliente e inclusiva. Aprovechar este momento histórico será clave para garantizar un futuro en el que el desarrollo económico y la regeneración ambiental vayan de la mano.