Día Internacional de la Alfabetización

Desde 1966 la UNESCO celebra el 8 de septiembre el Día Internacional de la Alfabetización para recordar a la sociedad el derecho a la educación y la lucha contra el analfabetismo en todo el mundo. Más de medio siglo después, y a pesar de algunos avances, la alfabetización sigue formando parte de la agenda política de una buena parte de países del mundo. Por ello, la Agenda 2030 de Naciones Unidas establece como uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) una educación de calidad (ODS 4) que garantice que “todos los jóvenes y una proporción sustancial de adultos, tanto hombres como mujeres, logren la alfabetización y la aritmética”.
Alineada con los ODS, la Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA) VII celebrada el pasado mes de junio en Marrakech nos recordaba que “a pesar de los notables avances logrados en las últimas décadas, incluso en la alfabetización de las mujeres, muchos países siguen luchando por alcanzar niveles adecuados de alfabetización, incluida la digital, y por salvar la considerable brecha de género. En 2021, más de 770 millones de adultos carecían de conocimientos básicos de lectura y escritura, de los cuales tres de cada cinco eran mujeres. Los beneficios de la alfabetización para los individuos, las familias, las comunidades, las sociedades y el planeta están bien documentados, por lo que la alfabetización de adultos debe recibir suficiente atención política y apoyo financiero”.
Este año, el Día Internacional de la Alfabetización se celebra bajo el lema Transformar los espacios de aprendizaje de la alfabetización. Es un hecho que la actualización constante a la que debe hacer frente la ciudadanía en todos los órdenes de la vida exige ampliar el concepto de alfabetización. Por lo que respecta a los espacios, “las características de los estudiantes jóvenes y adultos, la evolución de sus necesidades de alfabetización, tales como la flexibilidad, la proximidad, la facilidad de acceso y el vínculo con el mercado laboral, son factores que guían la transformación de los espacios de alfabetización”.
En España, los datos del INE correspondientes al 2º trimestre de 2022 revelan que hay 520.400 personas analfabetas (192.00 hombres y 328.400 mujeres). Si a esta cifra sumamos el número de personas que ─aun estando alfabetizadas─ no utilizan de manera eficaz alguna de sus capacidades (en lectura, escritura y/o cálculo), nos podremos hacer una idea aproximada del reto al que nos enfrentamos como sociedad. Así entendida, la alfabetización sería ese continuo formativo que transita desde los primeros pasos (en competencia comunicativa, matemática y digital) hasta un uso autónomo y satisfactorio en cualquier ámbito (personal, académico, laboral, social…) de esas competencias. Cada persona podrá encontrarse en un punto diferente del camino, de ahí la necesidad de dotarnos de un marco y de unas herramientas adecuadas para la evaluación y acreditación de esas competencias, tal y como quedó patente en el documento elaborado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (2022) Evaluación y acreditación de competencias básicas en personas adultas. Contexto y situación.
No olvidemos que las personas con más bajas cualificaciones son, muchas veces, las más reacias a formarse. En palabras de Clara Sanz (Secretaría General de Formación Profesional del Ministerio de Educación y Formación Profesional): “El valor económico y social asociado al desarrollo de las competencias básicas necesarias a lo largo de la vida es evidente: un bajo nivel en tales competencias coloca a la persona en situación de riesgo para su integración social y laboral; se convierte en una barrera insalvable y desmovilizadora de la participación en formación y, con todo ello, se ven comprometidas las posibilidades de cualificación y recualificación profesional para hacer frente a las demandas del mercado laboral”. Por ello, apostar por la alfabetización y por el desarrollo de las competencias básicas de la población adulta ayuda decisivamente a vencer esas resistencias y sirve para que cada persona pueda trazar su propio itinerario formativo, al tiempo que mejora sus capacidades y opciones de empleabilidad. Junto a estos beneficios en el ámbito laboral, la alfabetización es la herramienta de la que se pueden valer las personas para leer y escribir su propia historia (construyendo sus propios proyectos de vida), la sociedad (ejerciendo sus derechos y obligaciones como ciudadanos/as) y el mundo (descubriéndolo e interpretándolo).
Por último, no podemos pasar por alto el importantísimo papel que juegan en nuestro país los centros públicos de educación de personas adultas y las entidades de iniciativa social dedicados a la alfabetización y al desarrollo de las competencias básicas. Poner en valor su labor es la mejor manera que tenemos de celebrar este Día Internacional de la Alfabetización.
Recursos de interés
- UNESCO │ Día Internacional de la Alfabetización
- Premios Internacionales de Alfabetización 2022 de la UNESCO
- leer.es │ Día Internacional de la Alfabetización 2022
- Subdirección General de Cooperación Territorial e Innovación Educativa │ Día de la Alfabetización 2022
- TodoFP.es │ Acreditación de Competencias Profesionales
- TodoFP │ Certificados de Profesionalidad