De La Rioja a Varsovia: metáfora de una cata de vinos



Curso: Métodos activos en la Educación de Adultos. Varsovia 26/06 al 01/07 de 2022.
Organizador: ONG STOP (no gubernamental polaca que trabaja en el campo de la educación de adultos y por el cambio social).
Participante: Cristina Gamarra de Valdivielso. CEPA Plus Ultra. Logroño. La Rioja.
La cata.
La cata no implica solo beber, sino disfrutar el vino a través de los sentidos de la vista, el olfato y el gusto. Durante la cata traduciremos esas sensaciones y percepciones en palabras, expresando queé aromas y sabores nos transmite el vino.
Participar en un curso de Erasmus + de movilidad de personal de Educación de Adultos K104 para una docente de largo recorrido como yo, ha sido tomar parte en una experiencia sensorial para noveles. No solo se ha tratado de disfrutar de los contenidos de interés del curso, sino que se ha traducido en multitud de sensaciones que las palabras difícilmente van a alcanzar a trasladar.
¿Cómo se debe catar un vino Rioja?
Para catar un vino Rioja, como con cualquier otro tipo de vino, se debe analizar mediante todos los sentidos a lo largo de cuatro fases:
1.- Fase visual: se intenta obtener la mayor cantidad de información del vino observando su aspecto, fluidez, densidad, nitidez, transparencia, falta de oxígeno y lagrimeo (mover, hacer girar el vino en la copa y observar a contraluz cómo resbala por el cristal en forma de lágrima). El color, puede dar información sobre la edad del vino Rioja. Los blancos primero son amarillos y acaban siendo dorados y los tintos son color cereza primero y después color rubí.
En la fase visual traté de encontrar la mayor cantidad de información sobre el curso en el que iba a participar. Los objetivos fluían con los intereses de mi Centro de origen. La densidad del curso, una semana, se ajustaba al presupuesto. La nitidez de la información en la comunicación con la responsable del curso transmitió credibilidad. La transparencia en los términos económicos no aportó sorpresas imprevistas. La falta de “pretensiones rimbombantes” denotaba sinceridad. El lagrimeo, darle vueltas a todos los aspectos del curso, dejó ver que el curso parecía responder a todas luces a nuestras pretensiones. Blanco y rojo-tinto de la bandera de Polonia, el famoso ámbar del país y el rubí del corazón de ese pueblo.
2.- Fase olfativa: en esta parte primero se puede mover el vino en la copa para que se oxigene y después poder oler los matices directamente por la nariz. Existen tres tipos de aromas que se pueden percibir en este análisis: los primarios, que vienen de la uva usada para la elaboración del vino; los secundarios, que proceden de la fermentación en la bodega; y los terciarios, que vienen de la madera de la barrica en la que se ha llevado a cabo la crianza.
En la fase olfativa primero tuve que moverme de mi zona de confort, salir de mi pequeño feudo riojano y oxigenarme en varios vuelos y aeropuertos europeos . Por fin, pude oler la atmósfera de Varsovia a mi llegada nocturna a la capital. Tres impresiones percibí en mi primer día de curso:
- Que la premisa “ ver, oír y callar” que pretendía usar, no me servía.
- Que la procedencia de los participantes (Polonia, Turquía, Estonia, República Checa, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, España) junto con los diferentes sectores de la formación (formal/ no formal), así como ONG, entidades privadas y públicas que allí representábamos; iba a enriquecer la experiencia.
- Que el lugar, sala pequeña; el mobiliario, una docena de sillas en círculo en el centro y tres mesas grandes pegadas a la pared; los materiales, cartulinas, lápices de rotuladores, no pantallas ni ordenadores; las dos ponentes, cercanas y naturales… iban a ser un medio facilitador para llevar a cabo un producto de calidez y calidad.
3.- Fase gustativa: gracias a las papilas gustativas se pueden percibir los cuatro sabores, que, en mayor o menor medida, están presentes en los vinos de Rioja: dulce, salado, ácido y amargo. Primero se suelen percibir los sabores dulces, después los ácidos y, finalmente, los amargos.
Quizá las siete leyes de educación de España con sus quince ministros y ministras que acumulo a mis espaldas de maestra, me han permitido paladear relajadamente los diferentes sabores presentes en el curso. Dulce fue degustar la coherencia de los contenidos con la forma práctica de exponerlos. Desde el primer momento las teorías salieron de las experiencias personales previas, del trabajo en equipo, de la experimentación, de la reflexión y del análisis. Imprescindible la tarea de las ponentes, guías competentes, que nos acompañaron desde una posición respetuosa de iguales. La clave fue descubrir que la metodología que he usado en mi tiempo en Primaria es extrapolable a la Educación de Adultos adecuando mi “posición” frente al grupo como igual. Salada fue la aportación de los participantes que cada cual trajo desde los distintos ámbitos de la formación de los que procedíamos. Ácido fue batallar con los algunos acentos, particularmente difícil para mí. En ocasiones, pude parecer poco correcta al no encontrar la palabra más adecuada por lo que me disculpé e intenté suplir con humor y lenguaje no verbal. Después de las primeras horas, se creó un ambiente de camaradería que facilitó la comunicación. Amarga, en mi opinión, la atmósfera de alerta por la situación geopolítica de Polonia y de muchos de los países de procedencia de los participantes que percibí en las actividades en la calle y en las tardes de visita por Varsovia.
4.- Fase táctil: el último sentido con el que analizaremos los vinos Rioja es el tacto, pero será cuando esté dentro de la boca. Obtendremos información sobre su temperatura, su suavidad y su aspereza mientras lo tomamos.
La temperatura en Varsovia esos días no bajó de 36 grados. Mucho calor en la calle, en el hotel, en todos los sitios. Complicado tomar un respiro tras las mañanas de curso. Lo suplimos con las tardes-noches de paseo por la ciudad vieja, por las explanadas a orillas del Vístula-Wisla, por los jardines de las terrazas de la biblioteca de la Universidad, por el barrio de Praga en el que nos alojábamos, por el Parque Real, por la zona del Palacio de la Cultura y la Ciencia en el centro más moderno de la ciudad. Todo ello creó un ambiente cálido y suave entre los participantes más allá del propiciado por el curso en sí mismo. A la finalización del curso llegamos cansados, al menos yo, la mayor del grupo; pero satisfechos con la propuesta del curso y la forma de llevarlo a cabo. Poco a poco, nos fuimos marchando de vuelta a nuestros países y dejando atrás la ciudad, el curso, el grupo de personas, la experiencia. Aún me tocó esperar en el aeropuerto viendo familias de madres ucranianas con hijos/as y dos mochilitas salir de Varsovia (aspereza), vuelo con retraso y correr como loca para poder tomar la conexión Ámsterdam- Bilbao.
Como ves, los vinos Rioja tienen mucha calidad y, siguiendo la información que te damos en este artículo, los puedes reconocer con cierta facilidad. Vinos Rioja: características y cómo catarlos - ESAH (estudiahosteleria.com)
Como ves, la participación en estos programas Erasmus+ es mucho más que una formación en determinada materia. Personalmente, ha sido una experiencia sensorial completa y muy gratificante que me ha tocado como persona y como profesional (ahora tengo que hacer partícipes de ello a mis compañeros y compañeras). Muchas gracias a quienes confiaron en mí.