XII Graduación del Máster en Dirección de Centros Privados
En esta ceremonia participaron la rectora de la Universidad San Jorge, Silvia Carrascal; el vicepresidente del Grupo San Valero, Juan Carlos Sánchez; el presidente de Escuelas Católicas de Aragón, José Luis Sampériz; y Rubén Ruiz, vicario general del Arzobispado de Zaragoza.
En primer lugar, Luis Mariano Mallada, director general de Planificación, Centros y Formación Profesional del Gobierno de Aragón y padrino de la Promoción 2025, impartió la lección de clausura centrándose en la complejidad de la organización de los centros educativos, pero a su vez, en la labor estratégica que deben cumplir.
Mallada comenzó su ponencia deseando “que en algún momento os permita reflexionar y os pueda ayudar en el futuro”. En su introducción explicó que el ser humano tiene dos sentimientos principales: el miedo, que atenaza y oprime, y la esperanza, que impulsa a trabajar para “mejorar el sistema educativo, dar mejores oportunidades a los alumnos y liderar el mundo con ética”. En este sentido, afirmó que “si las decisiones se toman con esperanza, estoy seguro de que os conducirán al éxito”.
Por otra parte, el ponente señaló que “un centro solo puede crecer y ser eficaz si tiene un buen director que trabaje desde la profesionalidad, el amor y la generosidad”. Además, recordó las realidades que van a marcar la diferencia en los equipos: ejercer el liderazgo pedagógico, tener capacidad de comunicación, integridad y compromiso, conocer los próximos desafíos, tener en cuenta la diversidad del alumnado, destacar las oportunidades de la innovación pedagógica, y trabajar por la personalización del aprendizaje y la enseñanza.
Tras las palabras del padrino, tuvo lugar la entrega de diplomas y el discurso del alumno Rubén Tejedor, que habló en nombre de todos sus compañeros. En su intervención detalló referencias históricas que dan muestra de que “los sueños con empeño y con fe se pueden cumplir y pueden cambiar la historia”. Así, explicó que “los fundadores e iniciadores de la obra educativa de los que hoy nos graduamos soñaron comunidades educativas donde se ama de verdad, donde se sirve sin esperar nada a cambio, el que más tiene comparte con el que tiene menos, y no existe la venganza, porque el perdón es indiscutible”. En este sentido, manifestó que “ojalá durante el tiempo que seamos educadores soñemos y trabajemos por ello, en sintonía con lo que defendían nuestros fundadores”.
A continuación, intervino el presidente de Escuelas Católicas de Aragón, José Luis Sampériz, que resaltó que “el objetivo de diseñar este curso era crear una red para compartir los ideales que nos mueven y este año hemos vivido algunas cuestiones diferentes que muestran la madurez de esta formación”. También se dirigió a los alumnos para aconsejarles que aprovechen esta red “antes de tomar cualquier decisión, porque los problemas se repiten en todos los centros y lo que tiene que marcar la diferencia es la vocación por la docencia para educar con sentido”.
Por su parte, la rectora de la Universidad San Jorge se dirigió a los alumnos para recordarles la decisión valiente que tomaron al elegir este curso “con el objetivo de formaros para liderar con conciencia y con corazón”. También les indicó que “educar es transformar vidas, garantizando el impacto en la sociedad” y este acto es una muestra de futuros líderes que “formarán equipos con alma”.
A continuación, tomó la palabra Rubén Ruiz, vicario general Arzobispado de Zaragoza para insistir en el liderazgo transformador en el ámbito educativo, “sin olvidar la identidad propia de la Escuela Católica, donde los verdaderos protagonistas son los alumnos, porque son el futuro de la sociedad”. En esta importante tarea, “dadle importancia a la excelencia, pero sin olvidar educar sus almas”.
Finalmente, el vicepresidente del Grupo San Valero, Juan Carlos Sánchez, concluyó este acto felicitando a los alumnos por realizar este título y les transmitió “la importancia de su función” en un tiempo donde es clave interpretar la realidad bajo una serie de valores comunes, y “enseñar a mirar” para tomar decisiones sosegadas y coherentes.
