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Transiciones: El impacto social de la tecnología digital no se guía por el interés general (2/3)

Tres artículos para comprender mejor las transiciones digital y ecológica

Los retos de la transición digital nos afectan a todos sin que realmente nos demos cuenta: despliegue masivo de tecnología digital, acceso a la información, medios de comunicación y redes sociales, impacto medioambiental, cuestiones sociales y manipulación política... Todos los ingredientes para una herramienta de gran influencia están ahí. En la educación y la formación, la tecnología digital es a menudo una herramienta, y a veces un fin en sí mismo. De los MOOC a la educación digital, comprender el lugar, los riesgos, las contribuciones y las trayectorias deseables de la tecnología digital es una forma de que los actores de la educación y la formación ayuden a orientar los caminos digitales en la dirección correcta.

Tres artículos para ayudarle a comprender mejor las transiciones digital y ecológica:

Transiciones : La tecnología digital no se "desmaterializa" y desestabiliza cada vez más el clima (1/3)

Transiciones : El impacto social de la tecnología digital no se guía por el interés general (2/3)

Transiciones : Conciliar la tecnología digital con la transición ecológica y social desde ya (3/3)

Transiciones : El impacto social de la tecnología digital no se guía por el interés general (2/3)

Al igual que los productos derivados del petróleo, los servicios digitales impregnan casi todas las esferas de la vida humana.

Juan, formador en comunicación, se desplaza a su empresa en autobús y a los cursos de formación en coche. Sabe hasta qué punto el petróleo y sus múltiples derivados, sus numerosas aplicaciones, forman parte de nuestra vida cotidiana. Utiliza gasóleo para sus desplazamientos. Innumerables objetos que utiliza también proceden de la industria petrolera (envases, artículos domésticos, ropa, piezas de su coche y autobús, inhaladores, pinturas, etc.) y es consciente de que la mayoría de los artículos fabricados por el ser humano en nuestra vida cotidiana han utilizado petróleo en muchas fases: extracción de materiales, transformación de los mismos, transporte, o producción de electricidad, entre otras.

Hace poco Juan se dio cuenta de hasta qué punto la tecnología digital también dependía del petróleo (véase Transiciones: la tecnología digital no se desmaterializa y desestabiliza cada vez más el clima (1/3)), pero ahora se da cuenta de que, al igual que el petróleo, la tecnología digital también se está convirtiendo en un elemento clave de las transformaciones de nuestro tiempo. Está presente casi en todas partes en Occidente, en todos los ámbitos de nuestra vida, y el número cada vez mayor de pantallas, aplicaciones, cámaras, dispositivos de control y comunicación están en realidad mucho más presentes e influyen más de lo que parece.

Gracias a la tecnología digital, se nos puede localizar en caso de emergencia, ya no necesitamos mapas para orientarnos ni preguntar cómo llegar a un sitio, podemos chatear con un amigo o un desconocido en Vietnam, podemos enviar cientos de mensajes, correos electrónicos, archivos de audio y vídeo fácilmente, podemos ver películas en el metro, podemos compartir conocimientos científicos de una forma sin precedentes, podemos dedicar menos tiempo a cada trámite administrativo, podemos pasar por las barreras del metro más rápidamente, etc.

Pero debido a este mismo mundo digital, nunca estamos tranquilos, faltamos a citas más a menudo de lo que deberíamos porque podemos avisar si vamos a llegar tarde, hablamos poco con desconocidos y menos a menudo IRL (In Real Life: es decir, en la vida real) o con nuestros seres más queridos, estamos abrumados por el tsunami de mensajes que tenemos que atender, estamos más "conectados" pero al mismo tiempo más aislados, tenemos que realizar cada vez más trámites administrativos y cada uno de nuestros movimientos, obras y gestos quedan registrados.

Esta tendencia se está acelerando. Juan es una de las generaciones más jóvenes que han nacido con las pantallas e Internet ya omnipresentes, pero no es el caso de las generaciones anteriores y que todavía están vivas.

Una herramienta utilizada con fines comerciales

La creciente omnipresencia de la tecnología digital no es sólo el resultado de las decisiones de los usuarios, que se benefician de ella a diario. Es también, y sobre todo, el resultado del modelo de negocio[1] de los grandes actores digitales. Éste se basa en la producción y explotación de cantidades masivas de datos de todo tipo: coordenadas, movimientos, compras, intereses, fotos, religión, preferencias políticas y sexuales, factores que influyen en nuestras compras, relaciones, reacciones a la publicidad, etc. En realidad, los usuarios no tienen más remedio que utilizar los servicios en cuestión, algunos de los cuales se han convertido en esenciales para el trabajo o las relaciones sociales, por ejemplo. Pensemos en Google, que lleva mucho tiempo analizando el contenido de nuestros correos electrónicos y los de las personas que nos escriben, aunque no tengan una cuenta de Gmail, o en todos los rastreadores de nuestra navegación por Internet que recogen y revenden nuestros datos. Así pues, la arquitectura de la red está enteramente dedicada a generar el compromiso del usuario, estimulando las emociones.[i]

Hoy en día, la tecnología digital se utiliza principalmente con fines financieros, y cada vez más con fines políticos. Las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft) dominan el mercado y tienen una influencia sin precedentes sobre miles de millones de seres humanos gracias a la economía de la atención. Todo lo que hacemos, por trivial que sea, es examinado, analizado, revendido y utilizado para hacernos gastar más o para influir en nuestras opiniones (mediante burbujas de filtros o noticias falsas, por ejemplo), además del servicio que buscábamos inicialmente, aunque este último puede ser una fachada. Resulta problemático que no tengamos ningún control sobre este fenómeno y que, a menudo inocente e ingenuamente, nos limitemos a buscar un servicio, sin darnos cuenta ni consentir realmente sus profundas implicaciones. Algunas personas son conscientes de ello, pero a menudo se muestran estupefactas y resignadas ante esta captura masiva y sienten impotencia a la hora de hacer algo al respecto. [ii]

En cuanto a las reacciones, mientras se han puesto en marcha algunas regulaciones (por desgracia insuficientes), como el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) en Europa desde 2016, algunos actores del ecosistema digital apelan al Estado y a Europa, a los legisladores y reguladores, mientras otros se plantean estrategias de retirada o desconexión parcial. [iii] Juan se pregunta por la preparación del sector de la educación y la formación, otro usuario de estos servicios: ¿está preparado para hacer frente a estos abusos? Probablemente no.

El riesgo para la salud, la libertad y la democracia

No se puede negar que Internet, los ordenadores, los teléfonos inteligentes y los programas informáticos nos han aportado mucho. Pero hay otra cara de la moneda, sobre todo en lo que respecta a la salud. Los trabajadores digitales llevan la tecnología digital en la sangre... y en los pulmones, por desgracia: en las minas, las enfermedades cutáneas y pulmonares son una plaga; en las fábricas chinas, las condiciones de trabajo son extenuantes (de 11 a 13 horas diarias con muy pocas vacaciones); en los vertederos africanos de residuos electrónicos, el "reciclado" consiste en quemar residuos a cielo abierto sin ninguna protección, exponiendo a los trabajadores a un nivel 100 veces superior a los umbrales europeos de metales pesados. En toda esta cadena se explota ilegalmente a los niños.

Los usuarios no se quedan al margen, con riesgos muy reales para su salud mental: exigencias constantes, sentimientos de dependencia, dificultad para desconectar... el córtex prefrontal tarda una media de 15 minutos en volver a centrarse en su objetivo principal después de haber sido interrumpido (por una notificación, una llamada o un impulso repentino de consultar Twitter, por ejemplo).[iv] La libertad de prestar atención está condicionada por estos dispositivos que nos recuerdan constantemente a nosotros mismos. "Si nuestra red eléctrica se comportara como un ordenador, tendríamos que actualizarla constantemente, instalar antivirus para evitar que nos roben la electricidad, gestionar cuidadosamente nuestras contraseñas para poder encender las luces, reaprender regularmente el funcionamiento de los interruptores porque se reconfiguran espontáneamente, por no hablar de la imposibilidad de enchufar determinados aparatos según la marca de la red eléctrica".[v]

Por parte del poder, el espionaje (como en el caso del programa informático Pegasus), la manipulación (para hacer comprar o votar, en particular a través de la microdirección publicitaria que juega con las emociones) y, por tanto, la instrumentalización por parte del poder suponen riesgos importantes para la libertad y la democracia. Los Estados ya han cortado Internet durante revueltas. No se ha demostrado que la vigilancia generalizada mejore la seguridad, pero ya se utiliza para el control social en China: cámaras, reconocimiento facial, créditos sociales, elaboración de perfiles[2] en cada planta, vigilando[3] a los trabajadores y directivos, asistentes de voz que escuchan en todas partes y todo el tiempo. Los riesgos para la soberanía de cada Estado también aumentan por la dependencia de GAFAM y la opacidad del procesamiento de datos y los procesos en funcionamiento (Inteligencia Artificial o cualquier algoritmo, como con ParcourSup), por no hablar de la falta de distribución entre los países de ciertos metales esenciales. La libertad se pone a prueba tanto colectiva como individualmente. Se producen o reproducen numerosas desigualdades sociales y formas de discriminación: el reconocimiento facial funciona peor con las mujeres; el trabajo se descualifica mediante plataformas de intermediación[4] ;la "desmaterialización" forzosa de los procedimientos administrativos es brutal para las personas discapacitadas o analfabetas[vi], etc.

Juan entiende que ya tenemos un pie en la sociedad del Gran Hermano, un preocupante gran hermano tan interesado en la manipulación y el control social como en el flujo de ingresos cada vez mayor.

A continuación : Transiciones : conciliar la tecnología digital con la transición ecológica y social, desde ya (3/3)

Imagen : Dizzy Graham en Unsplash


[1] Modelo de empresa

[2] Tratamiento que utiliza los datos personales de una persona para analizar y predecir su comportamiento

[3] Seguimiento o control del rendimiento o de otros parámetros mediante herramientas digitales

[4] Plataformas de intermediación (Uber, Airbnb, etc.): ponen en contacto a las personas y ganan comisiones por cada transacción, aunque no produzcan valor siempre


[i] « Reset, quel numérique voulons-nous pour demain ? - Fing », [s. d.], <https://fing.org/publications/cahier-questions-numeriques-reset.html&gt;

[ii] Ibid.

[iii] Ibid.

[iv] Ibid.

[v] « Pour un numérique d’intérêt général - Innovation Pédagogique et transition », [s. d.], <https://www.innovation-pedagogique.fr/article16004.html&gt;

[vi] Ibid.

 

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Comentario

Jue, 30/11/2023 - 14:13

Iesprosto vai atbrīvo – kāda lielākoties ir mobilo ierīču un interneta ietekme?

Kā lasītāja novērtēju autora plašo skatu punktu uz tehnoloģiju un cilvēka sintēzes amplitūdu. Svarīgs jautājums - vai izglītības sektors ir gatavs funkcionēt laikmetā, kurā cilvēku viedokli arvien spēcīgāk ietekmē lielo tehnoloģiju uzņēmumu veidotie mediji, kuri tiek pielāgoti individuālu lietotāju intereses noturēšanai, nevis to labklājības veicināšanai? 

Lai arī Latvijā veicinām sarunas par mobilo ierīču lietošanas ierobežošanu skolās, mācību procesā tehnoloģijas ir ienākušas un atvieglo skolotāja darbu. Arī savā darbavietā izmantoju dažādus interneta rīkus, lai veicinātu skolēnu iesaisti un atvieglotu savu formatīvās vērtēšanas procesu. Tomēr, pētījumos pierādīts, ka pat telefona atrašanās skolēna redzeslokā negatīvi ietekmē spēju koncentrēties [1]. Līdz ar to, skolām jāizsver mobilo ierīču lietojuma nepieciešamība un jāmeklē tehnoloģiju resursi, kuri palīdzētu skolēniem mācīties, nevis traucētu spēju uztvert mācību vielu.


[1] Thornton, Bill & Faires, Alyson & Robbins, Maija & Rollins, Eric. (2014). The Mere Presence of a Cell Phone May be Distracting: Implications for Attention and Task Performance. Social Psychology. 45. 479-488. 10.1027/1864-9335/a000216.