Estar & aprender



Se iniciaban las Primeras Jornadas de Coeducación basada en Evidencias de impacto Social el pasado viernes día 22 de marzo (enlace a EPALE) bajo el lema de que “Todo el mundo podemos soñar y sentir, dar sentido a nuestra existencia. La aportación de cada uno es diferente a la del resto y, por tanto, irrecuperable si no se tiene en cuenta. Cada persona excluida es una pérdida irremplazable para todas las demás.” (Ramón Flecha 1997).
Se abría en estas jornadas una perspectiva de amplitud de trabajo formativo con miras a la totalidad, a la inclusión de todas y de todos.
Hemos visto con demasiada frecuencia que discursos usuales no recogen muchas veces la realidad si no la obvian o la ignoran; vemos que dinámicas aparentemente progresistas, resultan excluyentes y reaccionarias.
Los procesos formativos precisan de un camino científico, basado en evidencias. Cada paso debe ser contrastado y analizado.
No cabe pensar que prioridades organizativas de las estructuras educativas determinen los procesos formativos.
La diversidad de ritmos y de estilos de aprendizaje chocan necesariamente con la rigidez de unas estructuras educativas más centradas en el ocupar que en el enseñar.
Se abría en estas jornadas una perspectiva de amplitud de trabajo formativo con miras a la totalidad, a la inclusión de todas y de todos.
Hemos visto con demasiada frecuencia que discursos usuales no recogen muchas veces la realidad si no la obvian o la ignoran; vemos que dinámicas aparentemente progresistas, resultan excluyentes y reaccionarias.
Los procesos formativos precisan de un camino científico, basado en evidencias. Cada paso debe ser contrastado y analizado.
No cabe pensar que prioridades organizativas de las estructuras educativas determinen los procesos formativos.
La diversidad de ritmos y de estilos de aprendizaje chocan necesariamente con la rigidez de unas estructuras educativas más centradas en el ocupar que en el enseñar.
Cada vez es más importante que la persona esté, al margen de que aprenda o no.
Una perspectiva dialógica, no solo del trabajo formativo, sino también de la planificación educativa, abre un camino esperanzador.
