La escuela de la prisión de Melilla, una oportunidad de formación
El artículo 25.2 de la Constitución española establece que "las penas privativas de libertad [...] estarán destinadas a la reeducación y la reintegración social" y el derecho de los reclusos "al acceso a la cultura y al pleno desarrollo de su personalidad".
Para cumplir con este mandato, la escuela del centro penitenciario de Melilla (España) pone a disposición de los internos parte de la oferta de capacitación del Centro de Educación de Adultos Carmen Conde Abellán, concretamente, los reclusos pueden cursar las siguientes enseñanzas: Educación Inicial I y II, PEALC (Programa Específico para el Aprendizaje), idioma español (anteriormente llamado "español para extranjeros") y Educación Secundaria para Adultos (ESPA).
La prisión, obviamente, no es el contexto ideal para crear un ambiente educativo adecuado, por un lado, la agrupación no se realiza por niveles educativos, sino por el régimen penitenciario de los estudiantes. En este centro se dan cuatro aulas, una para cada uno de los módulos (penal, preventivo, respeto y mujeres), que suelen ser utilizadas simultáneamente por dos docentes.
El perfil de los estudiantes varía considerablemente entre los estudiantes que cursan ESPA y el resto. Los primeros tienden a ser principalmente jóvenes de nacionalidad española, normalmente de la ciudad, que no terminaron la educación secundaria por diferentes razones y que aprovechan la oportunidad que brinda la escuela para superar, incluso parcialmente, esta etapa educativa. En el caso de que salgan de prisión antes de lograr este objetivo, pueden continuar en el Centro de Educación para Adultos. El resto de los estudiantes son en su mayoría extranjeros, de diferentes edades, y no se ajustan a un perfil tan homogéneo. Presentan diferentes niveles de estudios, y su conocimiento del español oral y escrito varía enormemente. Este estudiante está afiliado a PEALC.
Por otro lado, existen muchos problemas adicionales, como la no asistencia a clase, esporádica o continua. Los estudiantes sufren muchos altibajos a lo largo del curso, normalmente también están asignados a otras tareas como limpieza o cocina, asisten a otros cursos de capacitación como pueden ser manipulación de alimentos o pintura y además tienen citas con un médicos, psicólogos, abogados... en el horario en que se imparten las clases. En cuanto a los medios, son muy limitados ya que no hay acceso a internet en las aulas, ni siquiera computadoras o pantallas y el estado de los muebles (mesas, sillas, pizarras, armarios ...) puede mejorar.
Pero aun con todas estas dificultades en contra, no impiden a la escuela en la prisión de Melilla crear oportunidades de capacitación para sus reclusos y hacer que su reinserción social sea menos complicada.